El pasado miércoles 14 Asispa ha comunicado el despido a nuestro compañero aludiendo a una serie de motivos que son exagerados y carecen de fundamentación fiable ocultando que la principal razón para tomar esta decisión se basa en la actividad sindical que desempeñaba, como ya anunciábamos en el anterior comunicado. No es la primera vez que sucede, a finales de 2021 se produjeron varios despidos de compañeras, por lo que este procedimiento se inserta dentro de las numerosas actuaciones abusivas que pretenden censurar y eliminar la actuación sindical dentro de una empresa que presenta múltiples deficiencias y que carece de capacidad para gestionar recursos municipales como el CET Caracolas (enlaces y artículos más abajo).
Nos llama mucho la atención que tanto los responsables de Asispa como la propia coordinadora del centro hayan focalizado sus esfuerzos en despedir a un compañero, mientras escasean recursos materiales, técnicos y organizativos, así como falta personal, repercutiendo negativamente en el servicio y la atención que se ofrece. En este sentido, uno de los asuntos más preocupantes que la sección sindical de CGT ha comunicado y ha insistido a la entidad es la situación a nivel psicosocial del propio centro que contiene muchos riesgos por cargas de trabajo excesivas, exigencias contradictorias, falta de
claridad en las indicaciones, falta de participación en la toma de decisiones que afectan a las funciones de la plantilla, comunicación ineficaz y rotación continua de personal. Estas reclamaciones han evidenciado las condiciones precarias a las que expone Asispa a su personal laboral y han demostrado que los responsables de los distintos departamentos de la entidad y la propia coordinadora del centro son incapaces de resolverlos. Frente a estas reivindicaciones que se hallan dentro de la legalidad, Asispa ha decidido atacar directamente a la sección sindical mediante un despido desproporcionado que atenta contra los derechos de libertad sindical básicos dentro una empresa.
Por todos estos motivos es más necesaria que nunca la unión de los trabajadores en base a sus intereses colectivos que luche contra los intereses de Asispa, que solo busca extraer el máximo beneficio económico a las licitaciones públicas concedidas por el Ayuntamiento de Madrid con independencia de las condiciones en las que mantienen los servicios que gestionan y a sus correspondientes trabajadores. No se debe confiar en que las reivindicaciones laborales se puedan obtener a través de cauces legales como las denuncias a Inspección de Trabajo o procesos judiciales en Juzgado de lo Social, si no
se acompaña de una unidad y organización dentro del propio centro de trabajo. Este despido es una prueba clara de la REPRESIÓN SINDICAL que ejerce Asispa contra los trabajadores, y que pretende servir de amenaza para infundir miedo entre la plantilla, pero que de ningún modo puede suponer un retroceso en la lucha por unos derechos laborales plenos, sino como un argumento para apostar por la organización de la plantilla y para reivindicar unas mejores condiciones laborales que repercutan en el bienestar de la plantilla y en un servicio de calidad a las personas usuarias.
¡Viva la lucha y la solidaridad obrera!