Nuestras compañeras del sector sociosanitario nos invitan a leer el siguiente comunicado:
Hoy el cuerpo me pide recordar a las personas en situación de dependencia, y a sus familiares, que NO soy la persona que va a su casa a limpiar, soy la profesional que sabe como hacer el aseo correspondiente a ese adulto, o a ese niño esté encamado o no, ya que ellos no pueden, no soy la que limpia ni soy limpiadora profesional, pero si dejo el baño limpio después de usarlo, sudo como una loca sin olvidar que llevamos una mascarilla desde las 7 de la mañana puesta, o me muero de frío, hacemos encaje de bolillos para entrar y movernos, en esos baños de 2 por 2 pero es lo que hay, y encima damos gracias si nos encontramos un plato de ducha, o una grúa para cagar el peso, no soy una mula de carga, pero te cargo si no tienes medios hasta lleguen…y tu habitación la dejo en orden y ventilada si tu situación lo permite, no soy cocinera profesional, pero si te hago la comida con mucho cariño, teniendo en cuenta que tu no puedes y discutiendo a la vez, por que quieres que ponga más sal y las dos sabemos que no puede ser ya que eres hipertensa, me entere aquel día que te acompañe al médico, no porque yo sea doctora, pero mi formación no me permite pasar desapercibidos varios aspectos de vuestras vidas…la cocina después de cocinar juntas o yo sola, también se queda limpia es normal, incluso si tu puedes debo fomentar tu autonomía haciendo que colabores en lo que puedas, no me llames vaga por eso, solo quiero que puedas seguir haciéndolo con mi ayuda, lavo y coloco lo que he ensuciado pero lo que no podemos permitir es que nos tengáis solo para limpiar...no soy limpiadora profesional, soy tu cuidadora… también llevo a niños al cole, porque sus padres no pueden, o los recojo, pero no por ello soy niñera, hago lo que puedo para que no pierdan su obligaciones si sus padres no están capacitados para hacerlo, plancho tu ropa y acomodo tu armario como si fuera mío, aunque luego me digas que te he escondido aquella camisa que tanto te gusta…solo quieres llamar mi atención, lo se te conozco SOY TU CUIDADORA, también veo cuando me dejas un caramelo para la tos al lado de mi mochila, pero me hago la tonta, y al marcharme te lo agradezco con un millón de gracias, no te enfades si a veces tardo un poco más de lo normal en llegar por que no encuentro sitio para aparcar, o el bus ha tardado demasiado, a veces llueve y hay que refugiarse un rato, o parar el coche por que no se puede seguir, o como cuando nevó… ¡madre mía! hubo calles intransitables, pero ahí estábamos para haceros la compra o lo que necesitabais, tardábamos mucho en llegar, pero llegábamos y el que decía que ya era muy tarde que no fuéramos era por que no lo necesitaba… habéis sido pacientes, no es nuestra culpa.
No hay nada más bonito que llegar y que te agradezcan con una sonrisa el estar en su casa, igual que nosotras que trabajamos con la misma sonrisa desde hace años, tú lo sabes, me conoces, y aun sufriendo los meses más amargos y más duros con la pandemia, jamás hay un reproche por parte de tu cuidadora.
En ocasiones somos los ojos, piernas, brazos y hasta su memoria, también secamos sus lágrimas, o intentamos borrar recuerdos feos como si de niños se trataran, me dejo ganar al parchís solo por la satisfacción de verte reír, lo hacemos por que es nuestro trabajo, no somos las limpiadoras, somos las que permitimos que tu o tus seres queridos sigan un poco más en sus casas, por eso te pido que no vuelvas a decir ¡ aquí está la limpiadora !
Os cuidamos y atendemos como si fuerais nuestros por 2 horas, pero hoy el cuerpo me pedía recordaros cual es nuestro trabajo, no es sólo lo que hacemos, sino lo que estamos dejando de hacer.
Los derechos de los trabajadores no se negocian.
Isabel Calvo Hernández "Asociación AMADD y Sindicato de Oficios Varios de CGT"